Se llama oratoria al arte de hablar con elocuencia.
La elocuencia, es la capacidad de expresarse en público de forma fluida, elegante y persuasiva.
Los pequeños tienen que aprender a desinhibirse, a no tener miedo y a creer en ellos mismos.
Hay muchos niños que ante la sola llamada para realizar una actividad en la alfombre o en las pizarras se paralizan. Debemos, por ello, generar este tipo de habilidades, como la oratoria, desde las edades más tempranas.
Diariamente potenciamos el habla y la escucha en la asamblea, a través de las rutinas, las actividades manipulativas. También cuando aprendemos canciones, recitamos poesías, dramatizamos, expresamos sentimientos, etc.
Todo ello hace que los niños aprendan a expresarse y pierdan el miedo a hablar delante de sus compañeros, de esta forma no solamente mejoran las habilidades de comunicación y expresión, sino que hace que la confianza en uno mismo aumente.
Ahora bien, debemos tener en cuenta que no es lo mismo hablar todos en corro, en la asamblea, al mismo nivel que hacerlo como protagonista ante toda la clase.
Sabemos de vuestra implicación en la educación de
vuestros hijos y vuestro compromiso con el colegio, por lo que requerimos una
vez más, vuestra colaboración.
A lo largo del curso, os pediremos que hagáis con vuestros hijos algunos trabajos para que los expongan a sus compañeros.
Ellos son los protagonistas por lo que deben
implicarse en el trabajo y escoger lo que quieren presentar.
Como aún no saben leer, pero si
interpretar imágenes, lo más adecuado será hacerlo a través de
carteles cuidados, claros y bien
organizados, con imágenes, fotos, dibujos que ellos pueden hacer e interpretar con facilidad.
Es muy importante que practiquéis en casa como lo van a
exponer, para que se lo “aprendan” y puedan hacerlo con cierta fluidez. En este
entrenamiento es conveniente poner
atención en la postura, articular bien, el vocabulario, el tono de voz; de
forma que su exposición sea un éxito y su confianza se vea recompensada.
He aquí unos consejos de MONICA FLORIDO, Licenciada en Psicopedagogía por la Universidad Pontificia de
Salamanca y Coach por el Instituto
Europeo de Coaching. Durante más de 12 años ha dirigido el Gabinete Infantia en
Madrid.
“Es probable que a tu hijo le cueste salir voluntario
en las actividades de clase, o parece que incluso a la hora de expresarse se
siente desconfiado. Prueba con lo que te pongo a continuación. Es una manera de
comenzar a poner en marcha esta habilidad tan necesaria. No olvides de darle
valor y toma nota de las recomendaciones, y sobre todo, comienza a ponerlo en
práctica:
- Escucha lo que quiere decirte. No hagas otras cosas a la vez mientras intenta hablarte.
- Cuando vayas a comprar algo que necesite,
material escolar, unas zapatillas, haz que se él quien las pida. Que explique a quien le vaya a atender, lo que busca. Tu estarás
a su lado y eso le dará confianza, pero tendrá que empezar a desenvolverse con
soltura y este ejercicio es muy práctico para conseguirlo.
- Hablar alto y claro es primordial para
mejorar el discurso Mirar a quien le estás hablando es
importante. Ya sea para dar las gracias o saludar. El contacto visual es vital en la comunicación.
- Si tu hijo lleva la etiqueta de tímido, no
hables por él. Tiene su propio ritmo, déjale.
- Practicar con esquemas sobre de aquello de
lo que se quiere escribir, hace que centres la idea principal y organices
ideas. Enséñale cuando deba escribir una redacción en
el colegio a organizar primero la idea general.
- El teatro es una gran actividad
extraescolar.Juegos de mesa para practicar el
vocabulario son muy bien recibidos por los niños y te
aseguras que trabajan la comunicación tanto verbal como no verbal. Ambas son
necesarias. Prueba con pictionary, scrabble junior…
- Enséñale a contar chistes sencillos.
- Si vas en el coche, que describa lo
que va observando por la ventana. Y
luego lo haces tú. Debe ser entendido como un juego participativo, no un
examen.”
Estamos seguras que será todo un éxito. Respetando siempre la personalidad y el ritmo de cada uno.